YO SOY el que YO SOY
Por qué Shambhala
"Tierra de paz, silencio y alegría"
Eso significa Shambhala... Cuenta la leyenda que este es el nombre de una ciudad etérica ubicada en el norte del Tibet, en algún punto del gran desierto de Gobi. Es la sede de grandes entidades espirituales y seres iniciados.
La tradición esotérica la ubica por fuera del mundo material; es la imperecedera tierra sagrada, donde moran los cuatro Kumaras o señores de la Llama que llegaron de Venus hace millones de años. Se dice que en este lugar aún tienen su morada las poderosas entidades y en él se reúnen cada siete años los iniciados de todas las naciones
No solo se trata de un lugar físico, sino del espíritu y propósito de traer luz a la consciencia; el cambio y la trascendencia vendrá desde dentro de cada uno de nosotros como seres y como colectivo. Al servicio de ese propósito existe Shambhala y todo lo que la rodea...
Cómo y para qué andar
Importa más el camino que el destino
En Shambhala creemos en que el amor y sabiduría desplegada por nuestra guía divina, los maestros de luz y el conocimiento proveniente de varias tradiciones místicas y esotéricas. Todo esto se pone al servicio del despertar de consciencia y la ruptura de patrones limitantes.
Si buscas magia alquímica espiritual para avanzar en tu autoconocimiento, liberación, hallar tu plena presencia, recobrar tu identidad y autenticidad, abandonar tus personajes, cuidar de tu sistema "espíritu - energía - mente - cuerpo", si aspiras a integrar los opuestos que te habitan (coniunctio), hallar inspiración y conectarte con la geometría sagrada, la cábala, el ocultismo y otros saberes, Shambhala es el espacio para eso.
Mi historia
Aquí me llamo Paulo C. Mesa H., creador y guardián de esta iniciativa. He sido una persona con una vida normal como tú. He creído en lo mismo que cree la mayoría y he vivido dentro del mismo libreto: estudia, trabaja, cásate, ten hijos, endéudate, consume y viaja. Pero, ¿todo para qué? Buscar la coherencia y la paz me ha hecho experto en quiebres y rediseños vitales, algunos fáciles y alegres, otros duros y dolorosos.
Si no te gusta el rumbo que lleva tu vida, tengo cómo ayudarte. Mis inquietudes espirituales vienen desde la niñez: me miraba al espejo, me parecía que no era yo al que veía en esta imagen y me preguntaba ¿quién era el que miraba la imagen en el espejo, quién me habitaba...? Luego llego a la adultez joven y se desencadenan experiencias y descubrimientos que han llegado a mi vida: visiones, movimientos interdimensionales, psicografías, precogniciones, sueños místicos y más recientemente, canalización de mensajes directos de maestros y guías. Mucho tiempo he llevado eso en un relativo silencio, pero ha llegado el momento de desplegarlo y ponerlo al servicio propio y de quien lo necesite.De esto se trata Shambhala.
